Cataluña ha prohibido la circulación de camiones hasta el lunes 11 de enero, una decisión incomprensible teniendo en cuenta que las nevadas no están siendo tan copiosas como en otras zonas de España y, además, se produce en un momento en la movilidad es reducida debido al confinamiento perimetral establecido por la Generalitat.

 

La Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) lamenta esta decisión que está provocando un grave trastorno y un gran malestar a los transportistas de toda España y considera que se trata de una prohibición absolutamente desproporcionada y carente de flexibilidad.

 

Aunque entendemos que el objetivo principal de mantener la seguridad vial, no se han tenido en cuenta aspectos tan determinantes como las circunstancias reales de cada vía de circulación, las condiciones meteorológicas de las distintas zonas de Cataluña y el recorrido de los vehículos, obligando así a parar a muchos camiones a pocos kilómetros de sus destinos, cuando caía una ligera nevada y no un temporal de nieve.

 

La patronal del transporte considera que no tiene ningún sentido cerrar el tráfico a camiones tantas horas consecutivas y no dejar circular a los vehículos pesados en el momento en que las carreteras se encuentren en buen estado, como por el contrario sí ha hecho Dirección General de Tráfico.

 

No hay que olvidar que las carreteras catalanas sostienen un importantísimo flujo de transporte por carretera, no sólo entre esta región y el resto de comunidades autónomas españolas, sino también entre España y el resto de países europeos, suponiendo un tránsito de varias decenas de miles de camiones diarios y constituyendo La Junquera un punto estratégico para el transporte de mercancías españolas hacia Europa.

 

Además, sostiene que es inaceptable que esta medida se haya anunciado sin el mínimo tiempo necesario para que, desde los sectores más afectados, como es el del transporte, se pudieran tomar las medidas oportunas.

 

La CETM calcula que la paralización de vehículos de transporte por la nieve podría ocasionar pérdidas de facturación de unos 25 millones de euros por jornada. De esa cantidad, 15 millones corresponderían al transporte internacional y el resto al nacional, regional y local.

 

Asimismo, tal y como han constatado las empresas, se producirán pérdidas en otros sectores y el impacto económico puede ser muy grave, provocando entre otros problemas: falta de suministro a fábricas, desabastecimiento en puntos de venta y deterioro y pérdida de productos perecederos.

 

Por otra parte, según nos informa la DGT, se están poniendo en marcha las medidas oportunas para que los embolsamientos de camiones que han tenido lugar como consecuencia de las nevadas duren el menor tiempo posible y no falte de nada a los conductores que se encuentran allí parados.