El Gobierno de Emmanuel Macron ha reducido la recuperación del impuesto del gasóleo para camiones 0,02 céntimos por litro, bajo la premisa de que el transporte debe contribuir a la financiación de las infraestructuras.

La patronal de transportistas del país, entre ellas la FNTP (Federation Nacionale des Transports Routiers), ha denunciado que esta medida confirma “la arrogancia, el desprecio y el cinismo” del Ejecutivo galo y le acusa de “burlarse” de ellos puesto que no deja de emprender acciones que solo se traducen en pérdidas para el sector. 

La FNTR ha calificado las justificaciones del gobierno como un planteamiento “pura y simplemente falso” y recuerdan que en 2018 los ingresos públicos del transporte por carretera aumentaron en 2.200 millones de euros con respecto al año anterior y, sin embargo, la mejora y la inversión en infraestructuras no se ha incrementado.

Además, señalan que el Gobierno de Macron no se ha reunido en ninguna ocasión con las empresas del sector para llegar a un acuerdo y por su parte solo han obtenido silencio.

Otro de los argumentos que alegó la ministra de Transición Solidaria y Ecológica, Élisabeth Borne, para reducir esta exención fiscal  es su compromiso para minimizar la contaminación.  En este sentido, la organización recuerda que el transporte de mercancías por carretera tan solo representa el 5.7% de las emisiones de CO2 mientras que el resto, que incluye a los vehículos de pasajeros, supone el 30% de los gases de efecto invernadero.

Una vez más, las políticas de Macron vuelven a debilitar  a una profesión que engloba 40.000 empresas y alrededor de 600.000 trabajadores en Francia.