El colectivo de transportistas del carbón de Galicia, englobados en su mayoría en nuestra Federación Gallega de Empresarios de Transporte (FEGATRAMER), después de su recorrido por distintos puntos de la geografía gallega, han iniciado este martes su camino hacia Madrid, a las 6 de mañana desde O Corgo (Lugo).

Con estos transportistas del carbón, viaja de alguna manera todo el sector del transporte de mercancías por carretera de Galicia y, también, del resto de España.

En opinión de la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM), su protesta, aunque puntual y debida a un problema propio y a una situación agónica ya, no deja de ser de alguna manera la protesta de todo un sector que lo viene pasando muy mal no solo ya por la reciente crisis económica, sino por la situación actual.

En el conflicto del transporte del carbón, se dan las características actuales en las que se mueve el sector del transporte, un intermediario u operador que, a la hora de los problemas, no aparece, un gran cargador multinacional al que los transportistas no le importan, y unas normativas que puede que se aprueban con buenas intenciones pero que, al final, muchas veces, en vez de resolver los problemas, ellas mismas los generan, como es el caso.

El transporte es un sector sometido al imperio de un mercado salvaje cada vez más desregularizado, donde la obligación de la carga y la descarga por parte de los conductores sigue siendo algo natural, con los peajes cada vez más altos, al igual que el resto de impuestos, y todo tipo de tasas a las que el sector está sometido, con 17 burocracias diferentes.

Ya no existe un mercado único para el movimiento de mercancías por carretera en España y menos la llamada ventanilla única, con unas condiciones de trabajo cada vez más abusivas por parte de los grandes operadores y cargadores, muchos de ellos internacionales, a los que solo les interesa aumentar la facturación y los beneficios para los que el último, pero fundamental eslabón, el transportista, no cuenta para nada y es sometido a todo tipo de situaciones de abuso en todos los aspectos de la actividad.

Por ello, en este camino hacia la capital, pedimos a los transportistas de León, de Castilla y de Madrid que se solidaricen con este colectivo del transporte del carbón de Galicia y le presten su ánimo y aliento, algo que hacemos extensivo al resto del sector de todo el país.