Debido a la aprobación de la reforma de las pensiones en Francia, el país galo está viviendo días con jornadas de paro en diferentes sectores y multitud de manifestaciones. Según informa el periódico Le Monde, el bloqueo en las refinerías está provocando colas en el sureste del país en determinadas estaciones de servicio.

La movilización de trabajadores en el depósito petrolero de Fos-sur-mer, cerca de Marsella, ha provocado las primeras requisas de personal en huelga. Las autoridades han utilizado gases lacrimógenos para disuadir a los manifestantes e incluso ha habido heridos.

El ministro de Transportes, Clément Beaune, ha reconocido que en el 50% de las estaciones de servicio falta menos un tipo de combustible. Esto ha llevado a que en algunos departamentos se esté limitando la venta de carburante a 30 litros por automovilista.  

Ante esta situación, desde la Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) aconsejamos a las empresas de transporte y sus profesionales llenar el depósito antes de cruzar la frontera para evitar contratiempos.

Las manifestaciones no dejan de sucederse en las calles y se producen bloqueos en algunas vías como el acceso a Vannes por la autopista o la población de Lanester. Nantes es otra de las zonas en las que se están generando numerosas protestas.

Asimismo, también hay bloqueos en los puertos y paros en el transporte público. Se espera que la peor jornada sea la del jueves 23 de marzo, fecha en la que los sindicatos han convocado la novena movilización nacional.