No queremos ser los primeros, pero tampoco los últimos, para que en el momento que sea posible se puedan realizar los test rápidos del coronavirus a nuestros conductores.

 

España ha encargado ya seis millones de pruebas, de test rápidos, para detectar el coronavirus. Sin duda alguna y por ello abogamos, a quienes primero deberán realizarse estas pruebas es a todo el personal que trabaja en nuestro sistema sanitario, la primera línea de contención del virus, Y, a continuación, lo dicen los expertos, a nuestros mayores ingresados en las residencias de la tercera edad, así como a los trabajadores de las mismas.

 

Probablemente, deban ser las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado quienes necesiten igualmente y de forma prioritaria, conocer cuanto antes su estado de salud, merced a las citadas pruebas. Quizás haya otros sectores de actividad que precisen de un diagnóstico urgente para sus trabajadores y, por supuesto, una parte importante de nuestros conciudadanos.

 

La Confederación Española de Transporte de Mercancías (CETM) entiende perfectamente este orden de prioridades a la hora de que se realicen los test rápidos. Sin embargo, es evidente que nuestra gente está también en la primera línea de riesgo, en cuanto a una probable infección se refiere, trabajando en condiciones extremadamente duras, con problemas para acceder a los servicios higiénicos y a una comida caliente, obligados en muchas ocasiones a realizar labores que no les corresponden, como la carga y descarga y a largas esperas durante en sus cabinas.

 

Por el momento, ni siquiera tienen mascarillas, algo que el Ministerio de Transportes se ha comprometido a solucionar muy pronto. Pero queremos, necesitamos saber, cómo está su salud, porque ellos también sufren la incertidumbre, además de la soledad. Y la única forma sería hacer un diagnóstico sobre ruedas, como el que se realiza en algunas Comunidades Autónomas, con los test rápidos.

 

Si el transporte enferma, mal vamos a poder prestar nuestros servicios a esta sociedad a quien servimos con toda nuestra fuerza y dedicación, ahora y hasta que logremos acabar con este maldito virus.

 

No queremos volver a ser, como tantas veces ha sucedido con nuestro sector, los eternos olvidados.